
La globalización y un mundo cada vez más moderno en el que las culturas se entremezclan entre sí está provocando que los sabores tradicionales corran el riesgo de quedar relegados al olvido. Esta problemática también ha llegado al ámbito de la repostería, en el que recetas que alguna vez fueron pilares de la cultura gastronómica de una zona en cuestión van desapareciendo frente a la innovación y las nuevas tendencias.