
Las marcas blancas han revolucionado el mercado de los productos de consumo en España, ofreciendo a los clientes alternativas más económicas sin renunciar a la calidad. Los supermercados han aprovechado este modelo para fidelizar a sus compradores, que, confiados en sus cadenas de confianza, optan por estos productos. Sin embargo, muchas veces el consumidor desconoce quiénes están realmente detrás de los productos que cada día ponen en su cesta de la compra, como es el caso del azúcar de marca blanca.