Ni siquiera los baches, las piedras de la vergüenza que nos dejó el bochorno de Sídney en el fútbol español, han hecho descarrilar el tren del Mundial 2030 en el que viajaban España, Portugal y Marruecos. El sueño se ha cumplido, cuando queramos darnos cuenta estaremos disfrutando de ese partido inaugural que en la tarde de este miércoles 4 de octubre ha viajado de Montevideo a Buenos Aires, de Lisboa a Madrid. Habrá tiempo para detallar las hechuras de esa Copa del Mundo que supone, sin lugar a dudas, el mejor espaldarazo para nuestra Marca España. Orgullo de país.