La crisis sin precedentes de Honda y Yamaha ha obligado a mover ficha a los organizadores del Mundial de MotoGP. Tener a Marc Márquez y Fabio Quartararo, dos de los grandes referentes de la parrilla, peleando por no caerse y tan alejados de la victoria no deja en buen lugar a una disciplina que lleva tiempo buscando recuperar su relevancia. El objetivo está claro: hay que salvaguardar la integridad del certamen y promover el equilibrio de fuerzas y la competitividad.
La idea es hacerlo a través de la revisión de la normativa para otorgar concesiones a las fábricas que conforman la competición, un cambio que llega con los colosos japoneses a años luz de sus contrincantes europeos. “Estamos trabajando en ayudar no solo a Honda, sino también a Yamaha, otro fabricante japonés, para que puedan volver a ser competitivos de una forma más rápida”, comentó Carlos Ezpeleta, director deportivo de Dorna, la promotora española del campeonato, en una entrevista en el programa Tot Costa de Catalunya Radio. “La posición oficial de Dorna es que el sistema de concesiones se debe actualizar”, añadió.